En su último informe, que abarca desde marzo de 2015 —cuando la coalición, liderada por Arabia Saudí, inició sus ataques a Yemen— hasta el momento, la organización pro derechos humanos AIN contabilizó 18 140 ciudadanos yemeníes muertos y otros 30 254 heridos.
De igual forma, precisó que 4079 niños yemeníes murieron y otros 4790 resultaron heridos como consecuencia de los bombardeos.
Indicó también que 2458 mujeres murieron y más de 2988 resultaron heridas en Yemen durante ese periodo de ocho años.
Sin embargo, este recuento solo se relaciona con las víctimas causadas por los bombardeos, y no ha incluido las víctimas causadas por el bloqueo que provocó la muerte de un niño cada seis minutos por hambre y expuso a 17 millones de ciudadanos yemeníes a la hambruna y a pobreza. de alimentación.
En cuanto a los ataques saudíes durante los ocho años contra la infraestructura yemení, la oenegé precisa las siguientes cifras: 15 aeropuertos, 16 puertos, 346 plantas centrales eléctricas, 617 redes de estaciones de telecomunicaciones, 3095 embalses y estaciones de bombeo de agua, 2105 infraestructuras gubernamentales y 7293 caminos y puentes.
Así mismo, estos ocho años de guerra fueron bombardeados en diversas partes del territorio yemení 409 fábricas, 12 088 edificios e infraestructura comercial, 390 petroleras y también fueron destruidos por ataques 466 granjas ganaderas y avícolas, 10 279 vehículos y 485 barcos pesqueros.
En esos años, 1200 almacenes de alimentos, 427 gasolineras, 704 mercados y 1400 camiones de comida fueron impactados por los ataques de la coalición agresora.
También, los bombardeos de coalición saudí-estadounidense destruyeron en el mismo periodo, 603 110 viviendas residenciales, 182 centros universitarios, 1714 mezquitas y 417 hospitales y centros de salud en Yemen.
El bombardeo de 1265 escuelas y centros educativos, 11 350 fincas, 141 infraestructuras deportivas, 258 monumentos antiguos e históricos y 61 centros de medios de comunicación fueron otros de los crímenes cometidos por los agresores durante estos ocho años.
Desde marzo de 2015, Riad, al frente de una coalición que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, comenzó una brutal campaña bélica contra la nación yemení, con el fin de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabuh Mansur Hadi y aplastar el movimiento de resistencia popular Ansarolá.
Sin embargo, las fuerzas yemeníes y los comités populares aliados se hacen cada vez más fuertes, de modo que Riad y sus aliados no han logrado ninguno de sus objetivos y su agresión solo ha provocado la muerte y desplazamiento de millones de los civiles yemeníes, así como la destrucción de la infraestructura y la propagación de hambruna y enfermedades infecciosas en el país más pobre del mundo árabe.
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