“Yemen y Rusia comparten una misma postura a la hora de contrarrestar el proyecto de EE.UU., del que muchos países del mundo se han visto afectados”, dijo el primer ministro yemení, Abdelaziz Saleh bin Habtur, durante una entrevista concedida este sábado a la cadena local Al-Masirah.
Asimismo, en referencia a la reciente visita de una delegación yemení, encabezada por el portavoz del movimiento popular Ansarolá, Mohamad Abdel Salam, a Rusia, Bin Habtur destacó que este viaje confirma que Saná y Moscú tienen los mismos intereses.
Al respecto, cabe señalar que Abdel Salam mantuvo una reunión en Moscú con el vicecanciller de Rusia, Mijail Bogdanov, en la que destacó que Rusia entiende que Yemen puede ser un actor estratégico.
Yemen persigue establecer alianzas “con base en el principio de igualdad, intereses comunes y lucha contra enemigos comunes”, precisó el titular yemení, indicando que su país procura ser “amigo y aliado de China y Rusia”.
En otro momento de sus declaraciones, Bin Habtur denunció el apoyo de EE.UU. y Arabia Saudí a la “falsa legitimidad” del gobierno dimitido del expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, el cual a su criterio sirve para “tapar el saqueo y robo de los recursos de Yemen hacia los bancos saudíes”.
Asimismo, alabó la creciente fuerza militar de Yemen como una “garantía de paz para la región” y dijo que Saná aplicará todo este poderío contra la ‘coalición’ saudí-emiratí en caso de que continúe con su agresión y bloqueo contra la empobrecida nación yemení.
Arabia Saudí y sus aliados árabes, como los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin, que llevan a cabo una campaña de bloqueo y bombardeos en Yemen, nunca han logrado sus objetivos en Yemen, dados el desarrollo militar del movimiento popular Ansarolá, que apoya al Ejército yemení en su lucha contra los invasores, y su resistencia.
Subrayando esta realidad, el líder de Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi, ha urgido a Arabia Saudí a aprovechar la oportunidad del alto el fuego en vigor para acabar con la guerra.
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