En declaraciones ofrecidas el jueves a la cadena televisiva libanesa Al-Mayadeen, el gobernador provincial de Marib en el Gobierno de Salvación Nacional de Yemen, el general de división Ali Mohamad Taeiman, declaró que el Ejército y los comités populares de Yemen controlan actualmente el 85 % de la provincia y solo están de 6 a 7 kilómetros de la capital provincial.
Taeiman aseveró que, de momento, las fuerzas yemeníes se encuentran en las afueras de Marib. “También acordamos la iniciativa del líder del [movimiento popular yemení] Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi para un alto el fuego”, destacó.
“Sin embargo, los militantes saudíes siguen bombardeando a mujeres y niños. Queremos la paz y nos oponemos firmemente al derramamiento de sangre”, puso de relieve el gobernador yemení.
El alto funcionario yemení concluyó con que pese a las esperanzas del Ejército y las fuerzas populares yemeníes, lamentablemente aún las fuerzas de la coalición liderada por Arabia Saudí no han tomado ninguna medida al respecto. “No dudamos en tomar el control completo del resto de Marib en caso de que los mercenarios saudíes rechacen la iniciativa de tregua”, sentenció.
En los últimos meses, Marib se ha convertido en el escenario de feroces choques entre el Ejército yemení y los mercenarios al servicio de la llamada coalición liderada por Arabia Saudí que, desde marzo de 2015, lleva a cabo una campaña sin cuartel de agresiones contra el país más pobre del mundo árabe.
A pesar de que la agresión y el bloqueo impuestos por el reino árabe y sus aliados han convertido a Yemen en un “infierno”, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Saná ha podido resistir y desarrollar sus capacidades militares de manera que ya es capaz de disuadir la agresión saudí, responder a sus crímenes y golpear los objetivos militares y vitales de los agresores, prometiendo que suspenderían sus operaciones de represalia solo cuando Riad ponga fin a su devastadora guerra y su bloqueo.
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