“Instamos a los países agresores a retirarse de Yemen. La República yemení rechaza cualquier agresión, cualquier asedio y cualquier embargo aéreo contra su territorio”, ha indicado el presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi, en un mensaje publicado este martes a través de su cuenta de Twitter.
Sus declaraciones se producen la misma jornada en la que las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), país que forma parte de la campaña militar de Arabia Saudí contra Yemen, han anunciado que han decidido retirar a gran parte de sus tropas desplegadas en suelo yemení.
“La retirada de Yemen es la mejor decisión que se puede tomar ahora”, ha subrayado Al-Houthi. Sus comentarios tienen lugar en momentos en los que las fuerzas yemeníes lanzan, prácticamente a diario, ataques de represalia contra Arabia Saudí y los EAU, y amenazan con ataques ‘más dolorosos’ si los países agresores no cesan, de una vez por todas, los bombardeos contra la población yemení.
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Instamos a los países agresores a retirarse de Yemen. La República yemení rechaza cualquier agresión, cualquier asedio y cualquier embargo aéreo contra su territorio”, ha indicado el presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi.
Al-Houthi ha denunciado, además, que Riad y sus aliados han usado el territorio yemení como un campo de pruebas de las armas estadounidenses y europeas. “(Estos países) durante cinco años, demostraron al mundo la fealdad de sus crímenes”, ha agregado.
Pese al llamado de las organizaciones pro derechos humanos y el movimiento Ansarolá a ciertos Estados occidentales, como el Reino Unido, Francia, y Estados Unidos, a cesar la venta de armas al régimen saudí, estos gobiernos siguen exportando equipos militares a Riad y sus socios, e ignoran abiertamente los constantes y graves crímenes de lesa humanidad que cometen los saudíes en Yemen.
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Esto mientras que la agresión saudí, iniciada en marzo de 2015, ha causado más de 91 000 muertes en Yemen. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que, si no se le pone fin a esta guerra, la cifra de víctimas mortales podría llegar a situarse en 500 000 para finales del año 2020.
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