Son escenas desgarradoras… las de un padre ante la sepultura de sus dos hijos... a ambos los alcanzó un ataque aéreo de la coalición liderada por Arabia Saudí, mientras iban de excursión con sus compañeros de clase… a su padre, se le acabó la vida cuando se enteró que una lluvia de fuego cayó sobre sus pequeños hijos.
Al menos 51 personas, incluidos 40 niños, murieron por la incursión aérea registrada el pasado 9 de agosto en la provincia yemení de Saada. La culpable: la coalición encabezada por Arabia Saudí... al principio reconoció que el bombardeo fue injustificado, pero después defendió su ataque como legítimo.
Los que quedan de la familia visitan el cementerio donde se encuentran el resto de muertos... y el esqueleto del autobús es un cruel recordatorio de la atrocidad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dejado claro que ataques de esta índole son potencialmente crímenes de guerra y Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) repudiaron el asalto, pero como estas historias, miles, en un baño de sangre que ha cobrado las vidas de familias enteras y destrucción.
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