Los recientes ataques del Ejército y las fuerzas populares y tribales a las bases militares de las regiones sureñas de Arabia Saudí son solo una parte de la respuesta de Yemen a los usurpadores, pues a partir de ahora, el régimen de Al Saud debe esperar ataques más amplios y no vistos hasta ahora”, recalcó el portavoz del Ejército yemení.
“Los recientes ataques del Ejército y las fuerzas populares y tribales a las bases militares de las regiones sureñas de Arabia Saudí son solo una parte de la respuesta de Yemen a los usurpadores, pues a partir de ahora, el régimen de Al Saud debe esperar ataques más amplios y no vistos hasta ahora”, recalcó el vocero yemení.
El general Luqman hizo estas afirmaciones la misma jornada en que las fuerzas yemeníes tomaron el centro militar Al-Mezab, suroeste de Arabia Saudí.
Y, en otra operación similar, atacaron una base militar en la región de Nayrán, sur de Arabia Saudí, provocando la huida del personal militar desplegado en el lugar.

Según fuentes locales, las operaciones de represalia de las fuerzas yemeníes causaron dos bajas mortales entre las fuerzas de seguridad saudíes. Aún así, varios medios locales elevaron esta cifra a 17.
Asimismo, las fuerzas tribales y populares de Yemen han detenido a 85 militares saudíes en las regiones fronterizas entre ambos países.
Un grupo llamado Ejército Cibernético Yemení (ECY) ha hackeado los sitios de los ministerios de Exteriores, de Defensa y del Interior de Arabia Saudí obteniendo documentos secretos correspondientes a las recientes décadas.
Todo esto ocurre mientras no cesa la lluvia de bombardeos saudíes sobre el territorio yemení, en especial contra la capitalina ciudad de Saná.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvió el viernes a condenar los constantes ataques aéreos que perpetra el régimen de Arabia Saudí contra las infraestructuras y los edificios civiles en Yemen.

El 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el aval de las Naciones Unidas, pero con la luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder al fugitivo expresidente Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
Más de 3979 personas han perdido la vida y más de 6000 han resultado heridos durante la campaña militar saudí.
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