Estamos ante un desastre humanitario (…) es de esperar un incremento drástico de la malnutrición"
"Estamos ante un desastre humanitario (…) es de esperar un incremento drástico de la malnutrición", ha advertido el delegado de Unicef para Yemen, Julien Harneis.
Harneis ha denunciado que en la campaña de bombardeos saudíes varios hospitales yemeníes han sido dañados o destruidos, mientras el creciente número de los desplazados ha deteriorado las condiciones de higiene, lo que ha acelerado la propagación de enfermedades.

Asimismo, ha señalado que la escasez de combustible ha obstaculizado los programas de inmunización infantil, que requiere mantener refrigeradas las vacunas.
"Nuestro principal objetivo es el agua, la gestión de residuos y la (ayuda) médica", ha agregado Harneis tras hacer referencia al aumento del precio del agua en el país árabe.
Por otra parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que anteriormente había anunciado su disposición a enviar suministros médicos vitales y personal de asistencia a Yemen, ha lamentado este lunes que enfrenta "problemas logísticos" para cumplir con su plan de socorro humanitario.
Arabia Saudí y algunos de sus aliados, con la luz verde de EE.UU., emprendieron el 26 de marzo una serie de ataques aéreos contra Yemen en un intento por debilitar a los grupos revolucionarios del país árabe y apoyar al presidente dimitido, Abdu Rabu Mansur Hadi.
De acuerdo con información divulgada el sábado por la agencia oficial de noticias yemení Saba, citando a una organización yemení de derechos humanos, los bombardeos saudíes han provocado la muerte de 857 personas, entre ellas 160 niños, 32 mujeres y 13 ancianos.

Estas cifras, sin embargo, no incluyen las víctimas mortales durante las últimas 48 horas con unos 40 muertos solo el domingo como consecuencia de las ofensivas aéreas saudíes en varias partes de Yemen.
Durante la jornada de este lunes también al menos 6 personas han muerto y otras 8 han resultado heridas por bombardeos saudíes contra Saná.
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