“Nos vengaremos de los que incitan a acciones terroristas y de sus patrocinadores nacionales e internacionales”, ha precisado este viernes Al-Houthi en respuesta al fatal incidente.
A su juicio, estos atentados no conseguirán desviar a Ansarolá de su camino.
Al menos 142 musulmanes chiíes han perdido la vida este viernes en los atentados suicidas registrados en dos mezquitas en la ciudad de Saná, la capital de Yemen, según fuentes sanitarias del país árabe.
Tras estos ataques mortíferos el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) ha reivindicado su autoría.
A su vez, un miembro del consejo político de Ansarolá, Zeifolá Shami, ha recalcado esta misma jornada que Estados Unidos, Arabia Saudí, Catar y algunos grupos en el país pretenden incitar a los yemeníes hacia un conflicto nacional.
De acuerdo con Shami, Daesh es fruto de la colaboración conjunta de EE.UU. y el régimen de Israel pues, ha insistido, es un complot que apunta contra aquellos países que pretenden salir del yugo de los Estados Unidos.
Finalmente, ha asegurado que este tipo de crímenes no quedarán impunes, ya que el pueblo yemení no se quedará de brazos cruzados y se mantendrá unido para hacer frente a los grupos terroristas y takfiríes y todos aquellos que les apoyan en sus nefastos actos.
Estos atentados son los más mortíferos desde la explosión de un coche bomba frente a la academia de policía de Saná el 7 de enero, que dejó 37 muertos, cuando la capital aún no estaba totalmente controlada por el movimiento popular Ansarolá.
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