El primer ministro de La India, Narendra Modi, vuelve a salir en defensa de la ley de ciudadanía que ha provocado una ola de protestas en el país. Asegura que la normativa no supone, como argumentan sus críticos, un acto de discriminación contra los musulmanes.
Mientras Modi defendía la polémica ley, en las calles no cesaba el rechazo. Miles de personas salieron a protestar de nuevo y decir que no dejarán de hacerlo hasta ver cumplida sus demandas.
La normativa, adoptada el 11 de diciembre por el Parlamento indio, permitirá al Gobierno dar la nacionalidad a millones de migrantes indocumentados procedentes de Afganistán, Bangladés y Paquistán, siempre y cuando no sean musulmanes.
La ley desató masivas protestas que se toparon con una dura represión, y que le ha costado la vida a más de 20 personas.
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