Mediante un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el ministro de Comunicación de Venezuela, Freddy Ñáñez, ha rechazado este sábado las declaraciones del presidente de Colombia, Iván Duque, en las cuales afirma que un ataque, perpetrado más temprano en la misma jornada por elementos disidentes de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra soldados colombianos en la región fronteriza de Arauca fue “planificado desde Venezuela”.
“El Gobierno (de Duque) de los falsos positivos, de las masacres, el Gobierno que deshizo la paz y revivió la guerra, el que persigue y desaparece líderes sociales y apaga las protestas con plomo, insiste en desviar la atención. Todo nuestro rechazo a este personaje y sus oscuras maniobras”, ha tuiteado Ñáñez.
De acuerdo con un comunicado del Ejército colombiano, cinco militares murieron y otros seis resultaron heridos en un ataque adjudicado a la guerrilla del ELN en Arauquita, un municipio del departamento de Arauca, en la línea limítrofe con Venezuela.
Ante los señalamientos del mandatario colombiano, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ha dicho que “resultaba tan predecible la próxima jugada de Duque y su banda de narcotraficantes instalados en el palacio de Nariño (sede presidencial), que el escenario del falso positivo no podía faltar luego de su atormentado intento de torpedear la mesa de Diálogo en México”.
El martes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció que el Gobierno de Colombia busca crear una provocación que genere la reacción de Caracas y se rompa el diálogo” intervenezolano entre las delegaciones del Gobierno y de la opositora Plataforma Unitaria.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela se deterioran cada vez más por diversos asuntos, como el ocurrido a principios de mayo de 2020, cuando el Gobierno venezolano denunció haber desarticulado un intento de ataque terrorista, vía marítima, de parte de Washington y Bogotá para “asesinar” al presidente del país bolivariano, Nicolás Maduro.
En un fuego cruzado de acusaciones, Bogotá asegura que Venezuela protege a la disidencia guerrillera y que desde allí ordenan atentados contra la población civil, las fuerzas de seguridad del Estado, entre otras acciones; mientras que Caracas acusa a Colombia de entrenar a “mercenarios y terroristas” para ingresar en Venezuela con la misión de derrocar a Maduro.
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