"Seamos claros, no estamos promoviendo la expulsión de Venezuela de la OEA en este momento", ha asegurado este jueves el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, en una rueda de prensa.
El vocero, no obstante, ha insistido en la necesidad de debatir en el ente continental la crisis del país suramericano. "Sin embargo, pensamos que la OEA es el escenario apropiado para examinar la situación actual en Venezuela", ha señalado.
Seamos claros, no estamos promoviendo la expulsión de Venezuela de la OEA en este momento", ha asegurado el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
El martes, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, publicó un informe sobre una supuesta ruptura del hilo democrático en Venezuela y pidió una vez más a los miembros del referido ente que suspendieran a Venezuela del bloque, lo que ha levantado las denuncias de Caracas.
Almagro promueve junto a los voceros de la derecha venezolana la aplicación de la Carta Democrática de la OEA al Gobierno venezolano, por más que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado que la Carta Democrática "no tiene ninguna aplicación" en su país.
Venezuela denuncia las pretensiones de EEUU para imponer un nuevo Consenso de Washington a nuestro país, mediante agresiones e injerencias
— Delcy Rodríguez (@DrodriguezVen) March 23, 2017
En su rueda de prensa, Toner también ha abogado por presionar a la justicia venezolana para "liberar" a quienes ha denominado "presos políticos", así como por exigir un calendario comicial, que solo puede ser anunciado por el Poder Electoral.
Estas declaraciones han sido rechazadas en la misma jornada por la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien ha dicho que “estas declaraciones develan quien está impulsando un Comunicado injerencista contra Venezuela en la OEA. ¿Nuevo Consenso de Washington?".
El miércoles, Maduro denunció que EE.UU. activa todas las embajadas del mundo para que apoyen una intervención en Venezuela, pero aseguró que no conseguirá su objetivo.
El mandatario venezolano advirtió de que Washington trata de convertir Venezuela en una "especie de colonia" gobernada desde el exterior por los magnates de Estados Unidos.
Caracas ha condenado en reiteradas ocasiones las injerencias de de EE.UU. en distintos asuntos de su país, además de repudiar el apoyo que brinda a la derecha nacional a fin de desestabilizar el país.
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