• El presidente de Siria, Bashar al-Asad.
Publicada: sábado, 7 de abril de 2018 6:49
Actualizada: sábado, 7 de abril de 2018 10:30

Un alto cargo de la Cancillería turca anunció el viernes que el futuro de Siria y la permanencia o no en el poder del actual presidente, Bashar al-Asad, debe ser decidido por el pueblo sirio, lo que representa un giro de 180 grados de la postura de Ankara hacia el destino del mandatario árabe.

Un oficial de alto mando del Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, que prefirió el anonimato, aseguró en declaraciones al rotativo turco Hurriyet que Ankara está en contra de que Al-Asad se quede en el poder pero, al mismo tiempo, reiteró que solamente el pueblo sirio tiene el derecho de decidir sobre el futuro de su país y que Turquía no intervendrá de ninguna manera.

“En la actualidad no tenemos contacto directo con el régimen sirio pero reiteramos que depende del pueblo sirio decidir sobre el futuro del Gobierno de Siria”, dijo el mencionado oficial, quien también defendió las operaciones bélicas de las Fuerzas Armadas turcas en el norte del territorio sirio, ofensivas que no cuentan con el aval del Gobierno de Damasco.

Al mismo tiempo, les urgió a Irán y a Rusia, principales aliados del Gobierno de Damasco, a ejercer más presión sobre Bashar al-Asad para que cese las operaciones antiterroristas y acepte los términos de los grupos armados y la oposición siria.

El oficial insistió en que las autoridades de Turquía, al igual que la parte iraní y también los rusos, defienden la soberanía y la integridad de Siria, una declaración algo contradictoria dado que sus operaciones militares en contra de la región de Afrin (noroeste de Siria) no contaban con el aval del Gobierno sirio y, desde una perspectiva legal, violan las normativas internacionales mientras que Damasco también las ha denunciado en múltiples ocasiones.

En la actualidad no tenemos contacto directo con el régimen sirio pero reiteramos que depende del pueblo sirio decidir sobre el futuro del Gobierno de Siria”, dijo un oficial de alto mando del Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía.

 

Turquía lanzó el pasado 20 de enero la llamada operación “Rama de Olivo” contra la milicia kurda, Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) en Afrin, en el noroeste de Siria, y después de dos meses de intensos ataques se hizo con el control de la ciudad.

Más tarde Ankara dijo que podría extender su ofensiva a las siguientes urbes sirias: Manbiy, Ain al-Arab (Kobani, en kurdo), Tal Abyad, Ras al-Ain y Al-Qamishli, argumentando que dichas ciudades son parte de un “corredor terrorista” controlado por los grupos kurdos en el norte de Siria e Irak, en la frontera con Turquía. Damasco también ha condenado una posible nueva ofensiva en el norte de Siria.

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