Representantes de casi 200 países se han reunido en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij para la conferencia climática de las naciones unidas. El principal objetivo es responder sobre el escaso cumplimiento de pactos alcanzados en la última Cop26 de Glasgow y la de París en 2015. En su intervención, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, resalta la necesidad de “responder con acción” a la señal de socorro del planeta.
El encuentro llama a naciones ricas a compensar a países pobres después de un año de sucesos climáticos extremos. De este modo, el presidente anfitrión considera muy importante que los países en desarrollo, especialmente en el continente africano, sientan que sus prioridades estén valoradas.
Para responder a las crecientes necesidades climáticas, en la agenda de la Conferencia se incluyó por primera vez un acuerdo para debatir compensaciones a Estados pobres por los daños relacionados con el calentamiento global. Francia dice estar preocupada por la injusticia climática. Afirma que los países más vulnerables al cambio climatológico son los menos responsables de las emisiones de gases contaminantes.
La COP27 se realiza en un año de desastres. Desde inundaciones devastadoras en las que murieron más de 1700 personas en Pakistán, hasta olas de calor y sequías en China, África y Estados Unidos. Todos son muestra inequívoca de la emergencia climática por la que se está atravesando nuestro planeta.
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