“Los disparos de cohetes contra los barrios gubernamentales continúan”, dijo el martes el director del opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
"Los disparos de cohetes contra los barrios gubernamentales continúan", dijo el director del opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
Tras lamentar que entre los muertos figuran unos 14 niños, dicha onegé añadió que se trata de una de las mayores masacres de niños en los bombardeos terroristas en Alepo.
En otros incidentes, según la agencia siria de noticias Sana, un coche bomba se cobró la vida de siete personas y dejó al menos 21 heridos en la provincia nororiental de Al-Hasaka. Este atentado fue reivindicado por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Tras expulsar a los terroristas de la ciudad de Al-Hasaka, las fuerzas sirias y kurdas siguen luchando para limpiar de extremistas los alrededores de dicha urbe.

El mismo día, al menos una decena de personas resultaron heridas en los ataques perpetrados por los terroristas en los alrededores de la ciudad capitalina de Damasco.
Dos niñas figuraban entre los heridos del mortero disparado contra el barrio de Al-Adawi, cerca de Damasco.
Un funcionario de seguridad, que desea permanecer en el anonimato, acusó a los miembros del grupo terrorista denominado Yeish al-Islam de llevar a cabo los ataques.
Desde marzo de 2011, Siria es escenario de un sangriento conflicto armado, provocado por terroristas respaldados desde el extranjero, con el objetivo de derrocar al Gobierno legítimo de Damasco.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que, desde el inicio de esta crisis, más de 250 mil personas han muerto, entre ellas miles de niños.
alg/nii/