El presidente del Parlamento de Siria, Hamuda Yusuf Sabaq, anunció el jueves de que Al-Asad logró obtener el 95,1 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales que se celebró el miércoles con la mayor participación del pueblo en las últimas cuatro décadas, es decir con 78,66 % de votantes.
Al-Asad competía con Mahmud Marai, líder de la oposición nacional siria, que logró 470 276 votos, y Abdulá Salum Abdulá, un exviceministro de Asuntos Parlamentario, que sumó 213 968. Con esa victoria, Al-Asad tendrá otros siete años como presidente, que será su cuarto mandato.
Tras el anuncio, millones de sirios salieron a las calles con el fin de festejar la victoria de Al-Asad en las presidenciales. Los sirios izaron banderas nacionales y cantaron con alegría “seguimos con usted con esperanza y trabajo” durante los próximos siete años, tal como señaló la agencia oficial siria de noticias, SANA.
Al respecto, la nación siria reafirmó que se une a su liderazgo y su insistencia en la unidad y la integridad territorial de la República Árabe Siria y la independencia de la decisión popular con el objetivo de consolidar la victoria militar y preservar la sangre de los asesinatos en el conflicto armado.
La referida cita electoral de Siria se celebró en momentos en que el Gobierno de Damasco sigue luchando para erradicar del país todo vestigio de terrorismo y la presencia ilegal de fuerzas extranjeras, como las estadounidenses, y en medio de las durísimas sanciones que afectan en particular a los sirios más pobres.
Al-Asad ha apostado este viernes por trabajar para reconstruir el país árabe, agradeciendo el “patriotismo” y la participación masiva del pueblo sirio en tales elecciones.
“Saludos a los héroes del Ejército sirio. Por todos sus sacrificios y por el futuro de los niños y jóvenes sirios, empecemos a trabajar, a partir de mañana, para fortalecer la esperanza de construir Siria como debería ser”, ha hecho hincapié.
Además, los sirios están comprometidos con la esperanza y declaran su determinación de apoyar a su presidente y trabajar para convertir las medidas económicas impuestas por Occidente de un intento de presionar la voluntad popular a energía y desafío, conforme al medio.
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