En un comunicado publicado este martes, la Cancillería siria ha denunciado las recientes declaraciones de James Jeffrey, enviado especial de EE.UU. para Siria, quien confesó que la Casa Blanca quiere que el país árabe colapse y, para ello, se vale de medidas ilegales que violan la Carta de las Naciones Unidas y las leyes internacionales.
“Esas afirmaciones confirman, una vez más, que EE.UU. está mirando a Siria y la región a través de Israel. Las demandas de Jeffrey también son las antiguas demandas de Israel, que siempre ha buscado dominar la región”, reza la nota de la Cartera siria, publicada por la agencia oficial siria de noticias, SANA.
El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores ha resaltado, además, que los reiterados fracasos de EE.UU. en el escenario militar ante Siria han llevado a los gobernantes norteamericanos a usar otro tipo de guerra y esta son las sanciones, que no solo aplica al Gobierno de Damasco, sino a los civiles sirios.
“Las sanciones son otra cara de la guerra declarada por Washington (…) Estos comentarios sobre la situación actual en Siria son un claro reconocimiento, por parte de la Administración de EE.UU., de su responsabilidad directa en el sufrimiento de los sirios”, agrega la nota.
La Cancillería siria también ha lamentado el silencio de los países árabes y occidentales ante las “acciones hostiles” de EE.UU. contra Siria, resaltando que, “si hubiera un verdadero derecho internacional y una solidaridad árabe, EE.UU. tendría que rendir cuentas por sus políticas”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió en mayo extender otro año más las sanciones unilaterales de Washington contra Siria. A su vez, la Unión Europea (UE), secundando a su aliado estadounidense, ha prolongado esta semana, un año más, hasta el 1 de junio de 2021, su política de estrangulamiento económico contra el país levantino.
El presidente sirio, Bashar al-Asad, ha tildado de “injustas” e “ilegales” las sanciones occidentales contra su país, que privan a los sirios de sus derechos básicos.
Las sanciones occidentales y estadounidenses, aplicadas desde el comienzo de la crisis siria, han obstaculizado el acceso del país árabe a sus necesidades de petróleo, medicamentos y productos alimenticios, lo que conllevó a un incremento de más del 50 % de todas las necesidades del pueblo sirio.
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