“La República Árabe Siria condena en los términos más enérgicos los ataques criminales perpetrados por las fuerzas de ocupación turcas contra el pueblo sirio, el último de los cuales fue un bombardeo aéreo llevado a cabo la víspera por drones en la provincia siria de Al-Raqa (norte) y causó la muerte de cinco civiles, incluidos niños”, afirmó una fuente en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria.
Ankara anunció el 9 de octubre el inicio de una operación militar en el noreste de Siria. Casi una semana después del inicio de la agresión turca, el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido, confirmó más de 70 civiles muertos y unos 300 000 desplazados.
Tras acusar a las fuerzas turcas y sus aliados terroristas de cometer crímenes contra los sirios, la fuente diplomática ha denunciado que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, viola el derecho internacional.
La Cancillería también ha instado a la opinión pública mundial a que actúe de inmediato para obligar a Ankara a poner fin a sus crímenes, los que representan una violación flagrante y grave a las leyes y pactos internacionales.
La República Árabe Siria condena en los términos más enérgicos los ataques criminales perpetrados por las fuerzas de ocupación turcas contra el pueblo sirio, el último de los cuales fue un bombardeo aéreo llevado a cabo la víspera por drones en la provincia siria de Al-Raqa (norte) y causó la muerte de cinco civiles, incluidos niños”, dice una fuente en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria.
“Siria afirma que no escatima esfuerzos para defender a su pueblo, la soberanía y la integridad territorial frente a la agresión y la codicia del régimen turco”, ha subrayado.
Damasco, que nunca ha dado luz verde a tal ofensiva, asegura que la lucha tanto contra el terrorismo como la invasión extranjera, sea quien sea el autor, en un intento por proteger a los civiles y la soberanía nacional.
En una nueva operación para recuperar la soberanía, las unidades del Ejército sirio atacaron el viernes a los soldados turcos y sus mercenarios en la aldea de Al-Monakh, en Tal Tamr, ubicada al noroeste de la provincia siria de Al-Hasaka (noreste).
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El terrorismo y la intervención militar o no militar extranjera no autorizada, de hecho, son factores que han complicado la recuperación del control total del país, devastado por más de ocho años de guerra, así como el proceso de la redacción de una nueva Constitución siria.
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