“Al amanecer tuvo lugar una horrible masacre, cuando un grupo armado desconocido atacó un centro de la defensa civil en la localidad de Tal Hadya, en el sur de la provincia de Alepo, (...) asesinando a cinco cascos blancos e hiriendo a dos”, ha indicado este sábado la oenegé Cascos Blancos.
Hasta el momento, el ataque no ha sido reivindicado por ningún grupo y no hay información que permita conocer los motivos detrás del mismo.
El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), a su vez, ha confirmado el balance de cinco muertos y afirma que la zona del incidente está controlada por la alianza terrorista Hayat Tahrir Al-Sham (HTS), liderada por el Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham).
Tras explicar que dos miembros del organismo lograron escapar, el OSDH ha añadido que los atacantes estaban enmascarados y huyeron después de robar material y generadores eléctricos.
Al amanecer tuvo lugar una horrible masacre, cuando un grupo armado desconocido atacó un centro de la defensa civil en la localidad de Tal Hadya, en el sur de la provincia de Alepo, (...) asesinando a cinco cascos blancos e hiriendo a dos”, asegura la oenegé Cascos Blancos.
A pesar de la imagen que ofrecen estos cascos blancos de defender los derechos humanos en territorio sirio, han sido acusados de “ser artistas de montaje en Siria”, pues simularon ante las cámaras un supuesto ataque químico en la localidad siria de Duma, en la región de Guta Oriental, a las afueras de Damasco, para inculpar al Gobierno sirio.
A principios de abril, el Occidente acusó al Gobierno de Bashar al-Asad de “utilizar armas prohibidas contra los civiles en Duma”. El Occidente, en particular EE.UU., fundamentó su acusación basándose en un vídeo mostrado por los cascos blancos. Damasco, sin embargo, rechazó de plana sus acusaciones.
Moscú, por su parte, adujo que entre el 3 y el 6 de abril, el Reino Unido estuvo ejerciendo una fuerte presión sobre los representantes de los llamados Cascos Blancos para que prepararan el susodicho montaje.
El montaje de los cascos blancos allanó el camino de la agresión contra Siria el 14 de abril por EE.UU., el Reino Unido y Francia: un ataque realizado sin la luz verde del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
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