Se trata de un cañón electrónico que se coloca en el maletero de un automóvil, desde donde ataca el dron del atacante, según han explicado este miércoles fuentes rusas citadas por el diario Vestnik.
El dispositivo de selección de objetivo que permite apuntar el arma hacia su blanco está fabricado en Bielorrusia, según el rotativo.
El Ejército sirio está probando ya el cañón en el norte de la provincia de Hama, en el oeste del país.
La utilidad del arma ha hecho que Damasco haya producido ya gran número de esta arma antiaérea electrónica.
El invento cobra importancia porque el grupo EIIL (Daesh, en árabe), al ver que pierde terreno tanto en Siria como en Irak, está haciendo un uso extenso de drones para vigilar, espiar y lanzar ataques contra las fuerzas de seguridad de ambos países.
Aunque se han observado ataques de este tipo en Siria, es especialmente en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, donde ha habido más instancias de ataques realizados con drones y lugares en los que se han encontrado talleres para su fabricación.
Un informe del grupo británico de Investigación de Conflictos Armados (CAR, por sus siglas en inglés) recogido este mismo miércoles por la cadena saudí de televisión Al-Arabiya indica que los terroristas de Daesh han desarrollado un dispositivo explosivo improvisado que se puede lanzar tanto desde rifles como desde un dron.
La banda takfirí está “promoviendo el desarrollo de armas de marca propia” para proveer a sus miembros de armas de difícil obtención, según el informe, publicado tras visitas del grupo CAR a Mosul en los pasados meses de noviembre, febrero y marzo.
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