La crisis del coronavirus sigue golpeando el mundo. Esta vez con su nuevo variante, denominado como ómicron.
La variante ómicron de la COVID-19, reportada ya en más de 60 países, presenta un riesgo global muy alto, con alguna evidencia de que evade la protección de la vacuna, pero los datos clínicos sobre su gravedad siguen siendo limitados. Esto es lo que ha venido alertando la Organización Mundial de la Salud y ha preocupado a los expertos y científicos en todo el mundo.
La variante detectada por primera vez, el mes pasado en Sudáfrica, ahora está cobrando vidas en Europa rápidamente y preocupando a los líderes europeos sobre una nueva situación crítica de la salud. Ya el Reino Unido anunció su primera muerte causada por la variante ómicron.
Podemos ver a ómicron aumentando ahora en Londres y en algunas otras partes del país. Aquí en la capital, probablemente representa alrededor del 40 por ciento de los casos. Para mañana, será la mayoría de los casos y está aumentando todo el tiempo. Y, lamentablemente, sí, ómicron está produciendo hospitalizaciones y, lamentablemente, ahora se ha confirmado que al menos un paciente murió con ómicron.
La OMS opinó que los hallazgos preliminares de Sudáfrica sugieren que ómicron puede ser menos grave que la variante Delta, que ahora domina en todo el mundo. No obstante, estas informaciones son preliminares y todavía ninguna de ellas está definida, igualmente, no está claro hasta qué punto ómicron puede ser inherentemente menos virulento.
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