En vísperas del primer aniversario de la operación rusa en Ucrania, el 24 de febrero, el mandatario ruso, Vladímir Putin, ha acusado a los países occidentales de utilizar el conflicto en Ucrania para “acabar” con Rusia, asegurando que Moscú se ve “forzada” a suspender el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III, por sus siglas en inglés).
“La responsabilidad de atizar el conflicto ucraniano, de su escalada, del número de víctimas (...) recae por completo sobre las élites occidentales”, ha subrayado Putin en su discurso ofrecido este martes ante los militares la élite política de su país.
La alocución de Putin se produce un día después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizara una visita sorpresa a Kiev, capital ucraniana, a la que prometió nuevas armas y el apoyo “inquebrantable” de Washington.
El START III o Nuevo START, de 2010, es el último que mantienen Washington y Moscú para evitar una escalada nuclear, pero se ha debilitado en los últimos años, con acusaciones de Estados Unidos de que Rusia no lo estaba cumpliendo.
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