“Es incorrecto avivar la histeria política (…) Esto revela la complicación deliberada de la situación en torno a Irán y el Golfo Pérsico, en general”, declaró el miércoles el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, en una entrevista concedida a la agencia local Ria Novosti.
El diplomático ruso hacía referencia, de este modo, al informe, publicado el 11 de noviembre, de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que recoge el supuesto descubrimiento de partículas de uranio de origen antropogénico en una instalación —sin detectar cuál— en Irán, de la que, según afirma, no se había informado al ente. Varios medios occidentales se hicieron eco de esa información.
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La misma jornada, la troika europea —el Reino Unido, Francia y Alemania— emitió un comunicado en el que pidió a Irán que cumpliera sus compromisos nucleares; esto pese a que su propio incumplimiento al respecto llevó al país persa a reducir, en cuatro pasos, sus obligaciones nucleares.
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Es incorrecto avivar la histeria política (…) Esto revela la complicación deliberada de la situación en torno a Irán y el Golfo Pérsico, en general”, declara el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, en rechazo del reciente informe de la AIEA que descubrió supuestas irregularidades en el programa nuclear iraní.
Riabkov cargó contra este posicionamiento de los europeos, llamando a “concederle a la diplomacia la oportunidad de actuar”.
El embajador de Irán ante la AIEA, Kazem Qaribabadi, rechazó el lunes el informe del ente regulador, indicando que cualquier intento por perjudicar y presentar una evaluación inmadura y prematura en este sentido responde a objetivos políticos.
El reporte de la AIEA vio la luz pocos días después de que la República Islámica procediera a dar el cuarto paso para reducir sus compromisos recogidos en el acuerdo nuclear suscrito en 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
Dentro del marco de este nuevo paso, Irán trasladó un cilindro de 2000 kilogramos de gas UF6 (hexafluoruro de uranio) a Fordo y retomó sus actividades de enriquecimiento de uranio en esta planta nuclear, bajo las inspecciones de representantes de la AIEA.
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Con esas medidas, Teherán responde de manera gradual a la salida unilateral de Washington del acuerdo nuclear alcanzado entre Irán y el Grupo 5+1 —anteriormente integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania— y a la inacción de los europeos a la hora de garantizar los intereses del país persa frente a las sanciones ilegales del Gobierno estadounidense.
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