“Cuán difíciles no sean las relaciones entre los países de la región, nos sentamos a la mesa de las conversaciones con Turquía e Irán y asumimos el rol de garantes de determinados acuerdos, y estos acuerdos funcionan”, ha afirmado este miércoles el mandatario ruso.
En declaraciones formuladas en una entrevista para el documental Orden Mundial 2018, Putin refiriéndose a la confianza creada entre los mencionados países, ha afirmado que cada país en la región de Oriente Medio tiene sus propios intereses.
Putin ha aludido a los acuerdos rubricados en mayo de 2017 por Teherán, Moscú y Ankara para la creación de zonas seguras y de distensión en Siria, medida que contribuyó a la reducción de violencia y facilitó la entrega de ayuda humanitaria a la población civil en el país árabe.
Cuán difíciles no sean las relaciones entre los países de la región, nos sentamos a la mesa de las conversaciones con Turquía e Irán y asumimos el rol de garantes de determinados acuerdos (en Siria), y estos acuerdos funcionan”, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin.
Por otro lado, ha insistido en que las políticas rusas respecto a los asuntos extranjeros, como el conflicto sirio, sigue siendo estable y afirmó que Moscú continuará su camino para resolver la crisis.
“Hemos estado siguiendo nuestro camino, que ha resultado ser eficaz y ha producido resultados positivos para todas las partes”, detalló Putin, citado por la agencia oficial rusa TASS.
En otro momento de sus señalamientos, el jefe del Kremlin ha citado la necesidad de establecer un frente común e internacional en la lucha contra el terrorismo. “Hay que aunar los esfuerzos entre países en el sentido directo de la palabra en el campo de batalla, necesitamos crear un fuerte frente antiterrorista internacional”, ha insistido.
Las declaraciones del jefe del Ejecutivo ruso coinciden con una situación crítica en la región de Guta Oriental, en el este de Damasco, la capital siria. En las últimas semanas, esta área, considera como principal bastión de los grupos armados en las inmediaciones de Damasco, se ha convertido en un verdadero campo de batalla, al intensificar los terroristas sus ofensivas contra las posiciones del Ejército sirio y bombardear con morteros y artillería zonas residenciales de la capital.
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