Rusia dispone de todas las pruebas que permiten confirmar que el bombardero ruso Su-24 derribado en noviembre por cazas turcos F-16 no violó el espacio aéreo de Turquía, ha asegurado este viernes el comandante adjunto de la Fuerza Aérea de Rusia, Serguei Drónov, citado por RT.
El análisis de la caja negra del caza ruso siniestrado será totalmente accesible, tanto para los expertos rusos como para los extranjeros, no obstante, en estos momentos todavía no se ha trabajado con la caja negra, que se encuentra en las mismas condiciones en las que fue encontrada, ha informado el Ministerio ruso de Defensa.
En este sentido, ha señalado que expertos de China y el Reino Unido han acordado participar en las investigaciones sobre el derribo y ha destacado que los datos publicados por Rusia sobre la situación aérea en la zona donde se produjo el ataque contra el Sujoi Su-24 en Siria, no han sido desmentidos por nadie, ni siquiera por Turquía.
Representantes del Ministerio de Defensa de Rusia han abierto la caja negra delante de las cámaras y han mostrado la tarjeta de memoria, que será analizada con rayos X, mientras tanto se depositará en una caja de seguridad.

Los expertos han aclarado que algunos microchips de la caja negra que se encontraba en la cola del avión tienen daños y han estimado que el último vuelo del Su-24 duró unos 40 minutos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, consideró el derribo del avión ruso como “una puñalada por la espalda” de cómplices del terrorismo y señaló que la razón de este siniestro era proteger el suministro petrolero del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
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