Las calles francesas son desde hace meses un continuado desfilar de manifestaciones. marchas como esta, contra el controvertido proyecto de ley sobre asilo e inmigración que ha entrado en su fase de debate en la Asamblea Nacional y que para muchos es una ley que podría hacer suya cualquier partido de extrema derecha.
Desde la disminución del periodo para presentar la petición de asilo de 120 días a 90, pasando por la reducción del periodo de recurso de 30 a 15 días, o aumentando la detención administrativa hasta los 135, los manifestantes consideran que el Gobierno ha abierto la caza a los inmigrantes cediendo a las exigencias de la derecha.
Pero los manifestantes están decididos a seguir mostrando su descontento y exigen la retirada del proyecto de ley, piden la aplicación de la libertad de circulación e instalación y la regularización de los sin papeles instalados en Francia.
Estos hombres y mujeres no entienden que la solidaridad haya desaparecido de la política francesa. Que se abandone a aquellos que más la necesitan: los inmigrantes, las clases populares, los jóvenes o los pensionistas. Manifestantes que reclaman la vuelta de la solidaridad perdida.
Juan José Dorado, París.
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