En su rueda de prensa semanal, la portavoz del Gobierno iraní, Fateme Mohayerani, ha afirmado que el Ejecutivo del país persa no renunciará a ninguna oportunidad diplomática para lograr los derechos del pueblo.
“El Gobierno es optimista, pero ha diseñado los escenarios más pesimistas en caso de la activación de dicho mecanismo”, ha sostenido este martes, en relación con la posible activación del mecanismo de reversión automática de sanciones de la ONU (snapback).
Mohayerani ha calificado dicho mecanismo como ilegal y reconocido que su activación tendría un impacto psicológico que inevitablemente derivará en consecuencias económicas y sociales.
Ha subrayado que el aparato diplomático está plenamente comprometido en evitar su activación, señalando como ejemplo los múltiples viajes del ministro de Relaciones Exteriores, Seyed Abás Araqchi.
“Nunca hemos dado la bienvenida a las sanciones, pero el Gobierno ha estado preparado para todas las eventualidades desde el principio”, ha remarcado.
En otra parte de sus declaraciones, en que ha sido preguntada sobre el programa de misiles iraní, la portavoz del Gobierno iraní ha enfatizado que Irán no solicita permiso para defender a su pueblo.
En este contexto, ha indicado que, durante la reciente guerra de 12 días, además de la unidad nacional, fue el poder misilístico iraní el que garantizó la protección de la nación.
Ha dejado en claro que Irán no reducirá ni solicitará autorización para sus capacidades misilísticas. “Nunca negociaremos la seguridad de nuestro pueblo por nada”, ha recalcado.
Finalmente, ha informado que el uranio enriquecido del país no está accesible, ya que fue enterrado tras la reciente agresión israelí-estadounidense contra la infraestructura nuclear iraní.
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