El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Esmail Baqai, rechazó el lunes las acusaciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, de una supuesta injerencia de Teherán en las negociaciones de alto el fuego en Gaza.
En declaraciones a la agencia estatal IRNA, el vocero subrayó que Irán, al igual que la mayoría de países, “condena enérgicamente el genocidio en Gaza y apoya todo proceso que detenga los crímenes y alivie el sufrimiento de su pueblo oprimido”.
“Los negociadores del (Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina) HAMAS son plenamente capaces de discernir y perseguir los intereses legítimos del pueblo oprimido de Gaza, y no necesitan la intervención de terceras partes en este asunto”, subrayó Baqai.
En este contexto, el diplomático persa tachó de “absolutamente infundadas” las acusaciones sobre una supuesta injerencia de Irán en las negociaciones y enfatizó que tales infundios solo “intentan evadir responsabilidades” por la complicidad de Washington en los crímenes del régimen sionista contra el pueblo palestino.
Entre estos crímenes, Baqai mencionó el asesinato de casi 60 000 civiles inocentes —incluyendo mujeres y niños—, el recrudecimiento del bloqueo a Gaza en los últimos meses, la obstrucción de ayuda humanitaria, y la masacre de civiles desesperados por hambre y sed en las llamadas “trampas mortales” de centros de distribución creados por una empresa estadounidense.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní instó a los políticos estadounidenses a establecer un alto al fuego duradero en Gaza para salvar vidas civiles y les recomendó cesar el envío de armas letales al régimen ocupante de Israel, obligarlo a detener el genocidio, permitir la entrada de ayuda humanitaria y garantizar su distribución digna mediante mecanismos internacionales reconocidos.
El jueves, el enviado estadounidense para Asia Occidental, Steve Witkoff, anunció el fracaso de las negociaciones de alto el fuego realizadas durante más de dos semanas en Doha entre Israel y HAMAS, con la mediación de Catar, Estados Unidos y Egipto.
El presidente estadounidense y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusaron a HAMAS de no querer un acuerdo, mientras que el movimiento palestino considera al régimen israelí como el “verdadero obstáculo” para lograr una tregua.
La entidad ocupante exige desmantelar la infraestructura militar y de gobierno de HAMAS, mientras el movimiento palestino insiste en garantías para un alto el fuego duradero, la retirada total de Israel y el flujo sin obstáculos de la ayuda humanitaria desesperadamente necesaria.
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