Hosein Amir Abdolahian, quien se encuentra en Ginebra (Suiza) para asistir a la 55.ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU), aprovechó el lunes una reunión con su homóloga indonesia, Retno Marsudi, para pedir acciones urgentes de las naciones musulmanas para detener la sangrienta ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza que se ha cobrado más de 29 700 vidas civiles.
El jefe de la Diplomacia persa enfatizó en la necesidad de que los países islámicos utilicen todas sus capacidades, incluido la ruptura de sus relaciones económicas con Israel para forzar al régimen sionista para que ponga fin al genocidio contra el pueblo palestino.
Advirtió sobre la catastrófica situación en el norte del enclave, donde siguen viviendo unos 600 000 palestinos en pleno asedio y lidiando con el hambre.
Conforme a Amir Abdolahian, la polémica decisión del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para lanzar una ofensiva militar a gran escala en Rafah, en el extremo sur de Gaza, ha expuesto a esta ciudad densamente poblada a una gran catástrofe, por lo que solicitó a la comunidad internacional, y sobre todo los países islámicos, que tomen acciones urgentes para impedir la agresión.
Asimismo, agradeció el apoyo brindado por el Gobierno indonesio a Palestina, sobre todo desde que Israel lanzara en octubre una guerra genocida contra Gaza, al tiempo que congratuló a la Sra. Marsudi por la membresía de la nación indonesia en el CDHNU.
La canciller indonesia, a su vez, agradeció la propuesta de Irán para convocar una reunión extraordinaria de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y recordó que ese organismo se formó sobre la base de apoyar la causa palestina y debería estar comprometido con su objetivo.
Advirtió que el pueblo palestino está muriendo de hambre y por la falta de medicinas, y llamó a los países islámicos a prevenir esta tragedia humana mediante acciones efectivas.
Los dos ministros de Exteriores destacaron las relaciones entre Teherán y Jakarta y enfatizaron en la importancia de implementar cuando antes los acuerdos y documentos de cooperación firmados entre los dos países.
Israel sigue utilizando el hambre como arma de guerra, impidiendo la llegada de la ayuda humanitaria al devastado enclave costero. Esto a pesar de que un primer fallo provisional emitido en enero por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó al régimen sionista a detener los actos genocidas y tomar medidas para garantizar que se proporcione asistencia humanitaria a los civiles en Gaza.
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