En un mensaje publicado este domingo en su cuenta de la red social X, el jefe de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha advertido que la grave crisis de seguridad alimentaria existente en el sitiado enclave palestino puede conducir a un escenario de hambruna.
Lazzarini subrayó que la UNRWA pudo hacer llegar ayuda alimentaria al norte de la Franja de Gaza por última vez el 23 de enero pasado. “Desde entonces, junto con otras agencias de la ONU, hemos advertido contra la hambruna que se avecina y hemos pedido acceso humanitario regular”, indicó el funcionario.
El máximo representante de la agencia para los refugiados palestinos aseveró que la hambruna puede evitarse si se permite la entrada regular de más convoyes de alimentos al norte de Gaza. “Nuestros llamamientos para enviar ayuda alimentaria han sido rechazados y han caído en oídos sordos. Este es un desastre provocado por el hombre”, denunció.
“Aún se puede evitar la hambruna mediante una voluntad política genuina de otorgar acceso y protección a una asistencia significativa. Los días venideros volverán a poner a prueba nuestra humanidad y nuestros valores comunes”, agregó el alto funcionario de la ONU.
Según la Agencia, la inseguridad alimentaria en el norte de Gaza ha alcanzado un estado “extremadamente crítico”, ya que desde principios de 2024 las autoridades israelíes han negado el acceso al 51 por ciento de las misiones planificadas por la UNRWA y sus socios humanitarios para entregar ayuda y realizar evaluaciones en áreas en el norte de Gaza.
En una reciente carta dirigida al Presidente de la Asamblea General de la ONU, Lazzarini alertó que la UNRWA ha llegado a un punto de ruptura debido a los llamados de Israel para su abolición y la consiguiente congelación de fondos por parte de varios países donantes por un total de 450 millones de dólares.
Un grupo de 16 naciones retiraron el financiamiento al organismo humanitario debido a las acusaciones de Tel Aviv sobre la supuesta implicación de 12 de sus trabajadores en la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) contra objetivos del régimen en los territorios ocupados.
Desde entonces, los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre del ejército de ocupación han dejado hasta la fecha un saldo fatal de unos 29 700 muertos y cerca de 70 000 heridos, así como alrededor de dos millones de civiles desplazados.
wup/hnb