“El Poder Judicial no desistirá ante la muerte de 200 ciudadanos del país que perdieron la vida por las mentiras de los medios y sus provocaciones”, ha asegurado Masud Setayeshi durante una rueda de prensa, al citar las cifras proporcionadas por el Consejo de Seguridad del Ministerio del Interior del país.
Ha dejado en claro que la República Islámica hará pagar a los responsables de dichas campañas mediáticas por los daños que causaron sus mentiras y noticias falsas. “Los juicios de los imputados de los recientes hechos se realizan con rapidez, precisión y seriedad necesarias, y los autores de dichos delitos serán castigados”, ha agregado.
A su criterio, lo que buscan los medios extranjeros es incitar a disturbios para perturbar el orden público.
Conforme ha precisado Setayeshi, ningún manifestante fue arrestado en las protestas y los detenidos fueron los alborotadores que provocaron daños mortales y materiales durante los disturbios.
En el mismo sentido, ha anunciado la puesta en libertad de 1200 detenidos, como “otra muestra de unidad nacional y un símbolo de solidaridad pública contra los enemigos”. Por todo, ha dado por fracasados los esfuerzos hostiles por “penetrar en la gran nación de Irán”.
Desde el inicio de los disturbios, apoyados desde el exterior, Irán ha detenido a un gran número de terroristas, mercenarios y agentes de servicios de espionaje extranjeros que intentaban perturbar el orden público y cometer actos terroristas en el país.
Efectivamente, en las últimas semanas, los países occidentales han manifestado su apoyo a los actos de vandalismo y disturbios desatados en Irán.
De manera paralela, medios hostiles han intentado tergiversar las realidades vigentes en el país persa para incitar a la violencia y al terrorismo.
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