El secretario general de la Oficina de Derechos Humanos del Poder Judicial de Irán, Kazem Qaribabadi, condenó el lunes el encarcelamiento continuado de Nuri en Suecia y lo consideró como “farsa” y una violación de los principios de justicia y derechos humanos.
De acuerdo con Qaribabadi, el exfuncionario iraní había sido arrestado a base de “acusaciones falsas”, mientras que su detención fue una “desaparición forzada”, ya que su familia no estaba al tanto del arresto, conforme informó la agencia oficial de noticias IRNA.
“Cuando la familia de Nuri se enteró de su detención, el Gobierno sueco les negó el permiso para visitarlo durante más de dos años, e incluso cuando su familia llegó en Suecia no se les permitió visitarlo y lo mantuvieron en celdas de aislamiento durante casi dos años, lo que es un claro ejemplo de una grave violación de los derechos humanos”, lamentó Qaribabadi.
De este modo, puso énfasis en que el Gobierno sueco debe rendir cuentas por negarle a Nuri el acceso a un médico, y por la negligencia de los funcionarios de la prisión en su salud física y mental, así como por el confinamiento solitario a largo plazo y las palizas y torturas por parte de los oficiales de la prisión, “todo lo cual viola los derechos básicos”, agregó.
Es más, el titular persa censuró a Estocolmo por apoyar al grupúsculo terrorista Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), al tiempo de afirmar que el país europeo ya se ha convertido en un lugar seguro para albergar a los terroristas. “Es el momento de que Suecia decida si quiere apoyar a los terroristas o cumplir con sus obligaciones internacionales para contrarrestar a ellos”, señaló Qaribabadi.
A modo de colofón, Qaribabadi llamó a las autoridades judiciales iraníes que lleven ante la justicia a las personas que cometen actos terroristas contra Irán y cuentan con el respaldo de Suecia. “La emisión de una acusación basada en las afirmaciones tendenciosas y sin fundamento de algunos afiliados de MKO es otra prueba de este simulacro de juicio sueco que se ha llevado a cabo con objetivos políticamente sesgados”, concluyó.
Las declaraciones de Qaribabadi se produjeron después de la 89.ª sesión del juicio de Nuri mantenida el viernes, donde los fiscales suecos solicitaron la pena máxima de cadena perpetua para el exfuncionario persa, acusándole de abuso y tortura de prisioneros en 1988, alegatos formulados por los extremistas del MKO.
Nuri, de 61 años, fue arrestado tras su arribo al aeropuerto de Estocolmo (la capital de Suecia) en 2019 y desde entonces no ha podido ver a su familia.
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