Las marchas en las ciudades que están en alerta roja por la COVID-19 se realizaron en vehículos y motos.
La bandera de Irán ondea en todo el país. A pie o en vehículos y motocicletas, los iraníes festejaron el cuadragésimo tercer aniversario de la victoria de la revolución islámica.
Coreando consignas y llevando pancartas, recordaron los lemas de la revolución, es decir, justicia, independencia, orgullo nacional, hermandad, no a la opresión y hegemonía, enfatizados también por el presidente en su discurso en ocasión de este día.
El presiente iraní recordó que el régimen Pahlavi fue la manifestación de la dependencia, tiranía, dictadura, sumisión a regímenes dominadores y estuvo involucrado en todo tipo de corrupción y opresión; y la Revolución Islámica vino para derrocar ese régimen corrupto y estableció un sistema justo.
Ya Irán, como señaló el presidente Raisi, ha dado pasos hacia su independencia política, todo el mundo la reconoce y, ahora, es una gran potencia en la región.
Enfatizó que ahora se enfocan en la independencia económica aprovechando las capacidades existentes y la economía de resistencia. Insistió en la integridad nacional y no permitir que las discrepancias perjudiquen la unidad.
Este año, igual que el año pasado, debido a la COVID-19, las marchas en las ciudades que habían declarado la situación roja por la pandemia se realizaron en vehículos y motos.
Los desfiles tuvieron lugar en más de 1500 ciudades y 30 mil aldeas. Los iraníes aprovechan las marchas del 11 de febrero para mostrar su lealtad a los ideales de la revolución islámica, es decir, independencia, libertad, República Islámica, así como repudiar la conducta injerencista de EE.UU. y sus aliados durante las últimas cuatro décadas.
Samaneh Kachui, Teherán
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