El presidente de EE.UU., Donald Trump, culpó a Irán de estar detrás de la masiva protesta comenzada el martes contra la embajada estadounidense en Bagdad, capital iraquí, y, aclarando que no se trata de “una advertencia”, sino de “una amenaza”, dijo que Teherán “pagará un alto precio”.
Aunque el mandatario estadounidense retiró casi de inmediato esa amenaza, la Cancillería iraní ha convocado este miércoles al encargado de negocios de Suiza, país que representa los intereses de Estados Unidos en Irán, para denunciar la retórica bélica de Trump contra Irán por los hechos que se produjeron en Irak.
El director del Departamento de Asuntos Exteriores de Irán para América, Mohsen Baharvand, ha hecho saber al diplomático suizo que “las declaraciones belicistas” de la Casa Blanca violan la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y han provocado “la protesta más rotunda” de Teherán.
Además, Baharvand ha criticado que los estadounidenses “sin haber presentado la mínima prueba” de la implicación de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en un ataque lanzado el viernes contra una de sus bases en la ciudad de Kirkuk (norte), bombardearon varias bases de la Resistencia iraquí en la provincia de Al-Anbar (oeste), por lo que “es natural” que los iraquíes reaccionen ante los que “han ocupado su país y matan a sus jóvenes”.
Al respecto, el alto funcionario iraní ha enfatizado la importancia de recordar a Washington que Irak “es un país independiente y los iraquíes son una nación libre, soberana y con dignidad”.
EE.UU., en lugar de echar la culpa a los demás, debe poner fin a la ocupación de territorios ajenos y aprender cómo tratar a otros países, ha añadido Baharvand y dejado claro que Irán no es un país beligerante, pero responderá de forma adecuada a cualquier “medida imprudente” en su contra.
Las fuerzas populares aseguraron el lunes que “el cobarde ataque” de EE.UU. contra sus posiciones jugará en contra, ya que allanará el camino para el fin de la presencia estadounidense en su país. Tanto el Parlamento como el Movimiento Sadr de Irak han exigido la expulsión inmediata de las tropas “ocupantes” estadounidenses del país árabe.
Las unidades de Al-Hashad Al-Shabi, que oficialmente forman parte de las Fuerzas Armadas de Irak, no solo han contribuido en gran medida a la erradicación del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en su país, sino también en Siria. Esto explica los frecuentes ataques de EE.UU. y de Israel que enfrentan los sitios de las fuerzas populares iraquíes.
De hecho, el resurgimiento de Daesh ante la ausencia de las fuerzas populares iraquíes, allana el camino para la permanencia de las fuerzas extranjeras en el país rico en reservas petrolíferas y de gran importancia geopolítica, dos puntos difíciles de ignorar por un poder imperialista como EE.UU.
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