• Un grupo de musulmanes rohingyas en Cox’s Baza al sureste de Bangladés, 28 de septiembre de 2017.
Publicada: sábado, 30 de septiembre de 2017 9:46

La Cancillería iraní ha destacado que la ‘negligencia’ del Gobierno de Myanmar ante la crisis de los rohingyas aumenta responsabilidad de otros países.

“La continuación de la deplorable situación de los musulmanes rohingyas y la negligencia del Gobierno de Myanmar, agrava el sufrimiento de los desplazados y aumenta así la responsabilidad de los países y organismos internacionales”, ha condenado este sábado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Bahram Qasemi.

Además, ha advertido de que “cada día que pasa se pierde la oportunidad de compensar los daños de esa catástrofe” y que esta compleja situación se convierte en una de las peores crisis humanitarias de la actualidad.

Ha condenado también que el Gobierno de Myanmar (Birmania) sigue ignorando las peticiones de la comunidad internacional de frenar los actos violentos que empezó desde el pasado mes de abril contra esa minoría étnica, mientras ha elogiado el apoyo que ofrece Bangladés a los refugiados.

No se debe detener la llegada de las ayudas humanitarias a ese pueblo oprimido, ha urgido Qasemi, para luego recordar que Irán no ha escatimado esfuerzo alguno para resolver lo más rápido posible esa situación que podría culminar en el genocidio de los rohingyas.

La continuación de la deplorable situación de los musulmanes rohingyas y la negligencia del Gobierno de Myanmar, agrava el sufrimiento de los desplazados y aumenta así la responsabilidad de los países y organismos internacionales”, ha condenado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Bahram Qasemi.

La situación de los musulmanes rohingyas se agrava cada día. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirmó el viernes que su personal trata de ayudar a más de medio millón de personas que huyeron del estado de Rajine (norte de Myanmar) el mes pasado y llegaron a Bangladés, pero aún no gozan de buenas condiciones de vida.

Además, lamentó en otro informe el naufragio de las embarcaciones con personas rohingyas a bordo que escapaban “desesperadamente de la violencia en Myanmar”, al confirmar la recuperación de los cuerpos de 15 rohingyas  —nueve niños, cinco mujeres adultas y un hombre adulto—  cerca de la costa de Bangladés.

Por su parte, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, instó al Consejo de Seguridad a poner fin al genocidio de esa comunidad y acabar con esa “pesadilla humanitaria y de derechos humanos”.

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