“La pasividad de la comunidad internacional, de las organizaciones que alegan defender los derechos humanos y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) ante los crímenes de Arabia Saudí contra la inocente población yemení, ha hecho que el Gobierno belicista saudí continúe la destrucción de la infraestructura, la matanza de civiles y el cerco antihumano contra la nación yemení”, criticó el martes el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi.
Tras el anuncio del sábado sobre el fin de las negociaciones de paz en Kuwait entre las delegaciones del movimiento popular yemení Ansarolá y del expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, el régimen de Riad ha intensificado sus bombardeos sobre su vecino sureño.
La pasividad de la comunidad internacional, de las organizaciones que alegan defender los derechos humanos y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) ante los crímenes de Arabia Saudí contra la inocente población yemení, ha hecho que el Gobierno belicista saudí continúe la destrucción de la infraestructura, la matanza de civiles y el cerco antihumano contra la nación yemení”, criticó el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi.
El martes, la aviación militar saudí realizó varios ataques aéreos contra distintas ciudades yemeníes y, como consecuencia, al menos 18 civiles murieron y varias decenas resultaron heridos. Según información aportada por la televisión yemení Al-Masirah, entre los muertos, 14 eran empleados de Al-Aquel, una fábrica productora de alimentos en conserva en el oeste de Saná, la capital, que fue fuertemente bombardeada.
Según la agencia de noticias yemení Saba, la aviación saudí efectuó solo en la jornada de lunes 114 bombardeos en ocho provincias de Yemen.
Qasemi, por su parte, condenó la reanudación de incursiones aéreas saudíes, que apuntan contra centros civiles y barrios residenciales en Yemen, al tiempo que pidió el fin de la agresión saudí.
Instó asimismo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y los países suministradores de armamentos y equipos militares al reino árabe que adopten unas medidas “serias” para finalizar la guerra que ha impuesto Riad a Yemen y garantizar la seguridad y proteger la vida a los civiles, en particular las mujeres y los niños.
Según las estadísticas de la ONU, desde el inicio de la agresión saudí en marzo de 2015, se cuentan más de 32.000 víctimas, entre muertos y heridos, en su mayoría civiles. Los grupos pro derechos humanos han denunciado que la guerra saudí ha llevado al país más pobre del mundo árabe al borde de la hambruna, además de crear un vacío de seguridad en varias zonas de dicha nación.
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