El portavoz adjunto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Farhan Haq, compartió el viernes los hallazgos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), y precisó que más de 1000 palestinos han sido desplazados desde principios del año en curso en la Cisjordania ocupada.
Esta zona, que constituye aproximadamente el 60 % de Cisjordania, permanece bajo control israelí, impuesto mediante una fuerte presencia policial y políticas restrictivas de planificación y construcción del régimen.
Haq explicó que la mayoría de las familias desplazadas perdieron sus viviendas debido a las demoliciones ordenadas por los funcionarios israelíes, quienes alegan la falta de permisos de construcción emitidos por la entidad sionista, documentos que rara vez son concedidos a la población palestina.
Este nivel de desplazamiento constituye la segunda cifra anual más alta registrada desde 2009, cuando la OCHA comenzó a recopilar datos sistemáticos sobre la situación en la Cisjordania ocupada.
La ONU también expresó profunda preocupación por la violencia ejercida por colonos israelíes, que se mantiene en niveles alarmantes. De acuerdo a los registros de la OCHA, se han documentado en promedio cinco ataques diarios contra palestinos desde comienzos de año, generando lo que Haq calificó de “graves consecuencias humanitarias”.
Estos incidentes han afectado tanto a comunidades rurales como urbanas, incrementando la sensación de inseguridad y vulnerabilidad entre la población.
Ante este panorama, Naciones Unidas instaron a la comunidad internacional y a las autoridades competentes a adoptar medidas inmediatas para proteger a los palestinos en todos los territorios ocupados, incluida Al-Quds (Jerusalén), y garantizar el respeto al derecho internacional humanitario.
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