Crece tanto como la hambruna y la crisis humanitaria en todo el enclave. Para la ONU, resulta un castigo colectivo injustificable.
Pero pese a estos llamados, la catástrofe más que evidente y la muerte de casi 32 mil gazatíes en poco más de 5 meses, el apoyo al régimen sionista por parte de sus aliados más cercanos se mantiene y aunque en el discurso los líderes europeos, como el canciller de Alemania, por ejemplo, mencionan la necesidad de un cese el fuego, en la práctica, admite que son falsas esperanzas.
Sobre el terreno, la situación supera la desesperación y cualquier drama experimentado por los palestinos. A ello se le suma la inminente amenaza del régimen a la incursión terrestre en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, algo a lo que Italia se opone.
Y aunque la premier asegura que no se puede permanecer indiferente ante el enorme número de víctimas civiles inocentes en Gaza, los ataques del régimen de Israel no cesan no distingue de zonas residenciales, refugios o centros de acopio de alimentos y en una especie de aval al genocidio, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, llegó este miércoles a la región.
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