El ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, y su homólogo estadounidense, Mark Esper, acordaron poner desde hoy jueves en ejecución el plan para “establecer un centro conjunto de operaciones, en Turquía, para coordinar y gestionar el establecimiento de una zona segura” en el norte de Siria.
Durante una conversación telefónica mantenida el miércoles, los jefes de Defensa de EE.UU. y Turquía acordaron, además, que las delegaciones militares de ambos países se reúnan pronto en Ankara (capital turca) para discutir las próximas etapas del proyecto.
La “zona segura”, a establecerse en el este del río Éufrates (norte de Siria), debe crearse en el marco de los principios establecidos en el calendario sin perder tiempo, insistió Akar, conforme recogió el Ministerio turco de Defensa en un comunicado.
El pasado 7 de agosto, el Ministerio turco de Defensa y la embajada estadounidense en Ankara anunciaron haber llegado a un consenso, tras varios meses de negociación, para crear una “zona segura” en Siria que separe la frontera turca de localidades bajo control de los milicianos kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), apoyados por EE.UU.
El Gobierno de Damasco ha rechazado el referido acuerdo turco-estadounidense por constituir una “flagrante violación” de la soberanía y la integridad territorial de Siria, así como de los principios del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Ante tal coyuntura, Siria ha llamado a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas a condenar dicho acuerdo no solo por socavar su soberanía sino por constituir un obstáculo a los esfuerzos por lograr una solución a la crisis en el país árabe.
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Por su parte, los kurdos sirios rechazan ahora el pacto Ankara-Washington, ya que podría defenestrar el “plan independentista” de los kurdos en el noreste de Siria.
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