“La siguiente fase de la ofensiva turca en Siria consiste en seguir avanzando hacia el sur y limpiar esas áreas, incluida la ciudad de Al-Bab, de la presencia de EIIL”, ha comunicado este jueves el ministro turco de Defensa, Fikri Isik.
La referencia directa del ministro turco a Al-Bab se debe a la estratégica posición de esa localidad para el Gobierno de Ankara, ya que las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han lanzado a su vez una ofensiva para tomarla.
La siguiente fase de la ofensiva turca en Siria consiste en seguir avanzando hacia el sur y limpiar esas áreas, incluida la ciudad de Al-Bab, de la presencia de EIIL”, comunica el ministro turco de Defensa, Fikri Isik.
El objetivo de Turquía es evitar que las fuerzas kurdas unan los cantones que controlan en el norte de Siria, por temor a que fomenten el separatismo kurdo en el territorio turco.
Isik ha resaltado los planes de su Gobierno para garantizar la “seguridad plena” de las fronteras turcas en la primera mitad de 2017, expulsando del norte de Siria a todos los elementos del grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe) y a los combatientes kurdos. Estos últimos han prometido frenar la invasión turca.
A finales del pasado mes de agosto, en apoyo a ciertos grupos armados activos dentro del territorio sirio, el Gobierno de Turquía envió tanques, aviones de combate y artillería al país árabe.
Con ello, Ankara pretendía expulsar a EIIL de una franja de unos 90 kilómetros de territorio en la frontera y evitar que las fuerzas kurdas sirias ganasen terreno.
Por otro lado, el Gobierno turco ha enviado refuerzos militares a la frontera con el norte de Irak, donde se encuentran las bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que lleva tres décadas de insurgencia contra el Estado turco.
Tanto el Gobierno de Siria como el de Irak han rechazado la “intervención” turca en sus asuntos internos y han exigido la retirada de las tropas turcas y el fin de la violación por Ankara de sus respectivas soberanías nacionales.
tas/mla/rba