Según los medios locales, la declaración del toque de queda entró en vigor a las 23:00, hora local, y ha provocado la huida de miles de residentes de la referida localidad.
Después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, descartara cualquier tipo de diálogo con el PKK, las autoridades turcas anunciaron la semana pasada que las operaciones en el sureste de Turquía contra los combatientes kurdos llegarán a su fin "en días o semanas”.
En 2013, el líder del PKK, Abdolá Ocalan (encarcelado desde 1999), pidió a los integrantes de la formación “callar” las armas y sustituir la lucha armada por un proceso democrático para conseguir la paz, lo que se tradujo en un alto el fuego. Este fue sin embargo anulado el pasado mes de julio por el PKK como consecuencia de las campañas militares de Ankara.
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