Las cinco víctimas de ataques con gas mostaza utilizado por el régimen del dictador iraquí Sadam Husein respaldado por Occidente durante la guerra contra Irán (1980-1988) presentaron el 16 de junio una demanda en el tribunal internacional con sede en La Haya contra dos compañías neerlandesas que suministraron productos químicos a Irak en ese entonces.
Según la querella, los afectados aseguran que las dos empresas Melchemie (ahora conocida como Otjiaha) y Forafina Beleggingen (anteriormente conocida como KBS Holland) mientras suministraron productos químicos a Irak entre 1982 y 1984 que sabían que sus sustancias se usaban para fabricar gas mostaza.
En este sentido, este jueves ha celebrado la primera reunión de audiencia en La Haya con la presentación de las cuatro víctimas iraníes y una en forma virtual, su abogada, Liesbeth Zegveld, así como el multimillonario Hans Melchers, el antiguo propietario de Melchemie, quien suministró a Bagdad 1850 toneladas de cloruro de tionilo, materia prima para gas mostaza.
Melchers niega estas acusaciones, pero en 1987 recibió una pena que incluyó una multa y el cierre condicional por eludir “intencionalmente” la prohibición que impuso el gobierno neerlandés a la exportación a Irak de materiales que pudieran usarse para fabricar cualquier tipo de armas, incluidas las químicas.
KBS Holland también enfrenta una demanda por suministrar TDG a Irak, otro componente utilizado en la producción de gas mostaza.
Durante la sesión, los reclamantes describieron los dolores y sufrimientos causados por sus enfermedades crónicas como resultado de inhalar gas mostaza y discapacidad debido al daño en los ojos y piel, durante más de treinta años.
“Las vidas de estas personas fueron destruidas en ese momento”, dijo la abogada de las víctimas, agregando que estas empresas neerlandesas comparten parte de la responsabilidad por eso.
Durante la guerra impuesta a Irán, el régimen baasista de Sadam Husein empleó armas químicas en varias ocasiones. Sin embargo, uno de los peores ataques químicos de la historia, que costó la vida a 113 civiles y dejó más de 5000 heridos, se registró el 29 de junio de 1987 contra la ciudad de Sardasht.
De acuerdo con las cifras oficiales, los bombardeos químicos de Irak durante la guerra dejaron 2600 víctimas mortales y 107 000 heridos entre la población civil iraní. Aún hoy, unas 45 000 personas sufren las dolorosas consecuencias de aquellos actos inhumanos.
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