“Tal como aseguró la Presidencia de Irán, consideramos la estabilidad en Afganistán como la nuestra”, dijo el jueves el representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mayid Tajt Ravanchi, en la reunión celebrada el jueves en el Consejo de Seguridad sobre Afganistán.
Tajt Ravanchi enfatizó la necesidad de un proceso de paz integral en Afganistán como la única vía por la que se puede solventar la crisis que sufre la nación asiática por la inseguridad e inestabilidad.
Ese proceso, prosiguió, debería ser “liderado por el propio pueblo de este país” e involucrar a todas las facciones afganas, incluidos los talibanes, con “el respaldado de los socios y vecinos, regionales e internacionales” de Kabul.
Tajt Ravanchi enfatizó que el proceso de paz debería preservar la Constitución afgana, el derecho de los afganos a la libre determinación mediante elecciones, los derechos de las minorías étnicas y religiosas y de las mujeres en este país.
El diplomático iraní repudió la presencia de las fuerzas extranjeras como una fuente de inestabilidad en Afganistán, aunque dijo que cualquier retirada de las tropas foráneas “debe ser ordenada y responsable, y no debe provocar un vacío en la seguridad de aquel país”.
Transcurridos más de 19 años de la presencia de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, la inseguridad sigue campando a sus anchas en el territorio afgano y ha coadyuvado a la expansión de grupos extremistas como Daesh.
El Gobierno de Afganistán ha asegurado que cuenta con la suficiente capacidad como para velar por la seguridad del país sin la ayuda de tropas extranjeras.
A principios de diciembre, los representantes del Gobierno afgano y los talibanes avisaron de un consenso preliminar para seguir adelante con las conversaciones de paz, su primer acuerdo escrito en 19 años de guerra.
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