“He instruido a nuestros representantes en el Grupo de Contacto Trilateral que firmen de inmediato con la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE, por sus siglas en inglés) y Rusia (…) un acuerdo para garantizar la creación de una zona colchón (desmilitarizada) de 30 kilómetros a lo largo de la línea de separación”, ha declarado Poroshenko este miércoles durante una visita de trabajo a la región oriental de Lugansk.
He instruido a nuestros representantes en el Grupo de Contacto Trilateral que firmen de inmediato con la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE, por sus siglas en inglés) y Rusia (…) un acuerdo para garantizar la creación de una zona colchón (desmilitarizada) de 30 kilómetros a lo largo de la línea de separación”, ha declarado Poroshenko.
Asimismo, ha urgido la necesidad de retirar “la artillería que queda, los carros de combate y los morteros para que sea imposible realizar bombardeos continuos” en la referida región.
Esto ocurre mientras ayer martes, el Grupo de Contacto Trilateral alcanzó, en una reunión celebrada en Minsk (capital bielorrusa), un acuerdo sobre la retirada de los coches de combate y armas de menos de 100 milímetros de la línea de separación en Donbás.
Sin embargo, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Grigori Karasin, ha criticado que Kiev no aprovechó la oportunidad de firmar el acuerdo el martes.

“Ayer los representantes de Donetsk, Lugansk, la OSCE y Rusia estuvieron dispuestos a firmar este acuerdo, sin embargo, en el último momento los representantes de Ucrania tomaron una pausa para acordarlo todo”, ha lamentado Karasin.
En este contexto, el mandatario ucraniano ha hecho hincapié en que Donbás va a permanecer en el seno de Ucrania y que la comunidad rusa de la zona podrá hablar libremente su lengua materna.
Igualmente, ha recalcado que no hay alternativa a la solución política del conflicto en el este de Ucrania, en consonancia con los acuerdos de Minsk.
El pasado 15 de julio, el presidente ucraniano remitió a la Rada (Parlamento nacional de Ucrania) el borrador de las enmiendas a la Constitución, que concede más autonomía a las regiones independentistas prorrusas del este y, en particular, establece el estatus especial de Donbás (este).
En este sentido, Moscú criticó el proyecto de reforma constitucional ucraniana por no conceder el estatus especial a Donbás e instó al Occidente a influir sobre Kiev para hacerle cumplir los acuerdos de Minsk.
En febrero, las partes del conflicto en el este de Ucrania alcanzaron un acuerdo en la ciudad bielorrusa de Minsk para establecer un alto el fuego, pero, los bombardeos continúan mientras ambos lados se acusan mutuamente de violar la tregua.
Desde abril de 2014, cuando Kiev lanzó un operativo militar para acallar a quienes se oponían al derrocamiento del entonces presidente, Víctor Yanukóvich, Ucrania está inmersa en un conflicto que, hasta el momento, se ha saldado con más de 6400 muertos y ha dejado 1,3 millones de desplazados internos.
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