“Nunca nos callaremos ni permaneceremos insensibles cuando se respalde o se arme a grupos terroristas, ni ante la formación de islotes terroristas junto a nuestras fronteras”, dijo ayer sábado el mandatario en su discurso de clausura de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) en Hamburgo (norte de Alemania).
El Estado turco tampoco “dudará en usar su legítimo derecho a la defensa frente a formaciones que amenazan la seguridad de nuestro país”, insistió Erdogan, en un contexto de preocupación en el suroeste de Asia por la pugna entre la ambición regional de Ankara y el secesionismo de grupos armados en consonancia con los planes de dominio del régimen israelí y EE.UU.
En los últimos meses, ese conflicto ha encontrado un foco en la región siria de Afrin (en la provincia septentrional de Alepo), controlada de facto desde 2012 por la milicia Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), respaldada por Washington y considerada por Ankara como grupo terrorista y extensión del ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) de Turquía.
Nunca nos callaremos ni permaneceremos insensibles (ante el establecimiento de un Estado kurdo) cuando se respalde o se arme a grupos terroristas, ni ante la formación de islotes terroristas junto a nuestras fronteras”, dice el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Frente al proyecto de balcanizar Siria —planteado ya en el plan Yinon israelí de 1982 y defendido una vez más el año pasado en Davos (Suiza) por el primer ministro del régimen de Tel Aviv, Benyamin Netanyahu—, Erdogan advirtió de que su país “jamás permitirá” que un hipotético Estado kurdo se separe de Siria o Irak y calificó de “amenaza” a Turquía la situación actual de Afrin.
Mientras persista esa situación, Turquía “activará sus normas de intervención y seguirá dando la respuesta adecuada a los de Afrin”, dijo el presidente turco, que manifestó también su preocupación por la intención de la región autónoma iraquí de Kurdistán de celebrar en septiembre un plebiscito de secesión de Bagdad.
“Les hemos dicho que es una senda errónea. Abandónenla o, de lo contrario, les resultará difícil pagar el precio mañana. Ahora no sé en qué etapa se hallan”, dijo Erdogan, que calificó el plan de referendo de “paso preocupante para el futuro de Irak” antes de manifestar su esperanza de que los dirigentes regionales kurdo iraquíes desistan de su empeño.
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