• Vehículos militares desplegados en la carretera principal del pueblo de Al-Diraz en el marco de las operaciones de las fuerzas bareiníes contra los manifestantes, 23 de mayo de 2017.
Publicada: martes, 30 de mayo de 2017 7:49

Un alto dirigente del partido bareiní Al Wefaq critica enérgicamente a las autoridades de Manama por no devolver los cadáveres de los activistas asesinados.

El jefe adjunto del partido opositor Al-Wefaq, el sheij Hasan al-Dehi, emitió el lunes un comunicado, en el que denuncia la negativa del régimen de Al Jalifa a devolver los cuerpos de los activistas asesinados la semana pasada por las fuerzas del régimen de Al Jalifa y considera el acto como una violación de todos los “valores religiosos y humanos” existentes.

La nota también tacha de “asesinato premeditado” la muerte de los activistas, además de enfatizar que las fuerzas bareiníes les “asesinaron y ejecutaron” después de haberlos acusado de violar el Estado de derecho.

Cinco activistas perdieron la vida el 23 de mayo pasado durante la represión de la Policía de Baréin contra decenas de manifestantes que se habían congregado en las zonas aledañas a la casa del sheij Isa Ahmad Qasem, líder espiritual del principal partido de la oposición bareiní, Al-Wefaq, en la aldea de Al-Diraz.

El régimen bareiní enterró sus cadáveres sin el consentimiento ni la presencia de sus seres queridos.

En otro momento de su declaración, Al-Dehi puso énfasis en que Manama fracasó en frenar la protesta popular durante el sangriento ataque contra los manifestantes que se habían reunido en la plaza Al-Fida, en el pueblo natal del sheij Qasem.

A modo de colofón, recalcó que los activistas de la plaza Al-Fida defendieron su “estima, dignidad y valores religiosos”.

El pueblo de Al-Diraz ha sido escenario de múltiples protestas desde junio pasado, cuando las autoridades le quitaron al sheij Isa Qasem su ciudadanía, acusándolo de promover el “sectarismo”.

Las protestas se intensificaron el domingo pasado, después de que un tribunal barení declarara al líder de Al-Wefaq culpable del “lavado de dinero” y de “promover el terrorismo”, por lo que le condenó a un año de cárcel.

Desde 2011, Baréin ha sido escenario casi a diario de protestas contra el régimen de Al Jalifa, por la discriminación contra la minoría chií de este país. Desde el estallido de las manifestaciones, Manama ha matado a numerosos activistas y en reiteradas ocasiones se ha negado a devolver sus cadáveres.

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