La condena recayó sobre Tarek Abdel Rezek Hussein, un hombre de negocios egipcio de 37 años, propietario de una empresa de importación y exportación, así como contra un hombre y una mujer, ambos funcionarios del servicio de inteligencia del régimen de Israel.
Hussein ha sido acusado de recibir 37.000 dólares a cambio de obtener datos técnicos de los egipcios que trabajan en las empresas telecomunicaciones a fin de que el régimen israelí pueda interceptar las llamadas del país africano.
Los otros dos sentenciados, el hombre Ramzy al-Shebini, condenado a 25 años de prisión y a pagar una indemnización de 87.000 dólares, y la mujer, Sahar Salama, a 15 años de cárcel y a pagar 108 mil dólares, fueron enjuiciados en ausencia.
No se trata de la primera vez que El Cairo captura a un espía israelí en su territorio. El 12 de junio de 2011, las fuerzas de seguridad egipcias detuvieron a Ilan Grapel, un israelí-estadounidense, acusado de espionaje y de estar vinculado con los servicios de inteligencia del régimen de Israel y de EE.UU.
Entre los cargos contra Grapel figuran reclutar a agentes y vigilar todo el proceso de transición tras el derrocamiento del exdictador Hosni Mubarak, así como incitar conflictos religiosos entre musulmanes y coptos en Egipto.
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