Las acciones del copiloto representan un "deseo espontáneo de destruir el avión".
Robin, encargado del caso del avión siniestrado de Germanwings, ha asegurado que el copiloto Andreas Lubitz, sospechoso de haber estrellado voluntariamente el aparato, posiblemente a la hora de estrellar el avión no tuviera intención de matar a los pasajeros.
Según el fiscal de Marsella las acciones del copiloto representan un "deseo espontáneo de destruir el avión".
La Fiscalía de Marsella anteriormente había asegurado que el copiloto “permitió voluntariamente la caída del avión”, sin embargo, descartó la posibilidad de un atentado terrorista.
Por otra parte, Jean-Pierre Michel, subdirector de la policía judicial que investiga el caso, ha señalado que, aunque la personalidad de Lubitz es “una pista seria”, todavía no disponen de todos los elementos técnicos sobre lo sucedido y no se han cerrado otras hipótesis, incluida la de un posible fallo del aparato.
Según Michel, si se encuentra la segunda caja negra, el análisis de esta será especialmente "esclarecedor".
"Aunque evidentemente hay que ser capaz de establecer prioridades en una investigación para darse el máximo de posibilidades de resolverla, no tenemos el derecho de descartar el resto de hipótesis, incluida la mecánica, hasta que no se haya demostrado que el aparato no presentaba ninguna dificultad", precisa.
El Airbus A320 se estrelló el martes con 150 personas a bordo en Francia, cuando realizaba el trayecto entre Barcelona (España) y Dusseldorf (Alemania). De acuerdo con las autoridades francesas, todos los pasajeros, entre ellos 75 alemanes y 50 españoles, perdieron la vida.
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