• El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, en Managua, 29 de agosto de 2018 (Foto: AFP).
Publicada: martes, 4 de septiembre de 2018 23:28

Legisladores estadounidenses quieren que la Administración de Donald Trump trate a Nicaragua como trata a Irán.

La congresista republicana por Florida (EE.UU.) Ileana Ros-Lehtinen está impulsando una versión actualizada de un plan propuesto originalmente por el senador demócrata de Nueva Jersey Robert Menéndez que sanciona a los funcionarios que están presuntamente detrás de las muertes de manifestantes antigubernamentales, violaciones de derechos humanos y corrupción en Nicaragua, según indica el martes el diario estadounidense McClatchy.

La nueva propuesta, ofrecida la semana pasada por Ros-Lehtinen, reproduce —casi palabra por palabra— una ley de sanciones de 2012 contra Irán cuando la entonces secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton impulsó una de las “sanciones más severas y paralizantes” contra el país persa.

“Ahora más que nunca, el Congreso debe apoyar al pueblo de Nicaragua amante de la democracia”, dijo Ros-Lehtinen quien agregó que ha dedicado la mayor parte de su trabajo y esfuerzo a promover sanciones y castigos a los Gobiernos de Irán y Venezuela y ahora sigue una línea similar en Nicaragua contra la Administración de Daniel Ortega.

La iniciativa surge cuando Estados Unidos y la comunidad internacional buscan aumentar la presión contra el Gobierno de Ortega para “detener la violencia” y convocar elecciones anticipadas.

Ahora más que nunca, el Congreso debe apoyar al pueblo de Nicaragua amante de la democracia (…)”, dijo la congresista representante de Florida (EE.UU.) Ros-Lehtinen, quien intensifica sus esfuerzos para que EE.UU. imponga sanciones a Nicaragua.

 

En junio pasado, senadores estadounidenses, entre ellos, los floridanos Marco Rubio y Bill Nelson, exhortaron a Trump a que impusiera sanciones contra las autoridades del Gobierno de Ortega por supuestas vinculaciones con la “corrupción y la violación de los derechos humanos”.

En esa misma línea, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó una resolución contra lo que considera “violencia” en el país centroamericano y amenazó con imponerle “potenciales sanciones”.

Las protestas contra Ortega comenzaron a mediados de abril por unas reformas al Sistema de Seguridad Social. Pese a que finalmente las enmiendas fueron retiradas, las marchas continuaron y se tornaron cada vez más violentas, lo que causó la muerte de casi 200 personas.

El jefe de Estado de Nicaragua ha argumentado anteriormente que detrás de los enfrentamientos violentos existe una “conspiración” impulsada por grupos apoyados por Estados Unidos y el narcotráfico. El pueblo nicaragüense ha manifestado, en reiteradas ocasiones, su apoyo al Gobierno de Ortega y sus planes.

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