Muchas familias reciben dinero que antes no tenían y se convirtieron en el soporte de la economía casera. El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que está por finalizar, impulsó los programas sociales que ya existían, los mejoró y creó otros para llegar a más de 20 que dieron soporte y estabilidad a la economía familiar de miles de personas.
Con un enorme gasto del presupuesto federal se apoyan pensiones para adultos mayores, el empleo temporal, estancias infantiles para madres trabajadoras a jornaleros agrícolas, comedores comunitarios, inclusión y coinversión social y para personas con discapacidad. La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, quien toma posesión el uno de octubre, prometió que seguirá con los programas sociales de López Obrador y habrá más como los apoyos a las mujeres de 60 a 64 años.
Los programas sociales vigentes están bajo el amparo de la Constitución. No se pueden eliminar a menos de que haya una iniciativa presidencial, la apruebe el Congreso federal y la mayoría de los congresos estatales, cosa que no ocurrirá, sería un suicidio político, dicen analistas. Por eso para la oposición que el gobierno siga usándolos como bandera política.
En el Senado de la República, donde se aprobaron por mayoría para que fueran constitucionales, los legisladores oficiales insisten en que debe seguir la promoción de los programas sociales.
Los analistas políticos dicen que los programas sociales fueron un punto importante de que la gente votó por la continuidad de Morena para los próximos seis años y los legisladores de este partido aseguran que habrá más y estos serán amparados por la Constitución.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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