Las acusaciones sobre falta de mano dura en México contra el crimen organizado y el narcotráfico, de parte de funcionarios y congresistas estadounidenses y el repudio total desde el Palacio Nacional Mexicano continúan, en lo que expertos consideran como “tradicional” ante las próximas elecciones en el vecino país.
En tanto, la amenaza propuesta desde el Congreso estadounidense de intervenir en México con sus fuerzas armadas con la excusa del combate al fentanilo continúa vigente, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador refutó las afirmaciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien señaló que existen algunos lugares de México dominados por organizaciones del narcotráfico.
A los dichos de Blinken se suman esta semana las declaraciones del senador republicano Linsey Graham, quien ha catalogado al país como un “narcoestado” en medio de comparecencias en el Congreso de ese país a propósito de la problemática del fentanilo.
López Obrador ha reiterado su rechazo a lo que cataloga como amenazas intervencionistas desde los Estados Unidos, en tanto que conmina a las autoridades de ese país a voltear hacia el tejido social y las causas de la crisis de drogadicción que viven.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México
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